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Arquitectos: Felipe Assadi + Francisca Pulido
- Área: 21900 m²
- Año: 2010
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Fotografías:Sergio Pirrone
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Proveedores: Hunter Douglas, Escenium HAUS, Teka, VALVO
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Edificio Gen es un conjunto residencial en altura inserto en la categoría de vivienda económica, es decir, cuenta con los beneficios del Subsidio de Renovación Urbana. Su aporte se enmarca principalmente en la conservación de energía y en la utilización de materiales basados en el reciclaje de descartes de materiales de aluzinc provenientes de sobras de fachadas industriales.
El edificio se ubica en el centro de Santiago y se desarrolla a través de un volumen principal de 26 niveles que se encuentra en una esquina, y dos volúmenes laterales de 12 pisos de altura retranqueados de la línea oficial aproximadamente dos metros hacia el interior. Estos laterales toman la altura de las edificaciones vecinas, y presentan una lectura más uniforme conforme a las construcciones existentes.
Cuenta con 285 departamentos de superficies de 30, 45 y 57 m2 desarrollados en 24 pisos, más un piso de programa público en 1er nivel y dos niveles adicionales de recintos de esparcimiento en la azotea, cuatro subterráneos de estacionamientos, y tres piscinas más una plaza interior privada.
El volumen principal tiene dos elementos importantes de diseño que buscan un ahorro energético: un velo metálico en toda la fachada oriente y cubierta que configura una segunda piel separada un metro del cuerpo del edificio a la vez que arma un espacio intermedio en la azotea sombreando la terraza y la incorporación de paneles solares individuales para todas las unidades de vivienda en la fachada norte del edificio.
La doble piel metálica de la cara oriente reduce el ruido que proviene de Avenida Portugal, y genera un filtro solar sobre los departamentos de esta fachada. Esta piel es un tejido de flejes de descarte de aluzinc diseñado por nuestra oficina para la empresa Hunter Douglas, en la que se utilizan restos de materiales sobrantes de otras construcciones.
Del mismo modo, la fachada norte del edificio se trabaja con balcones de lado a lado, disminuyendo en forma sustancial la incidencia solar en esta cara; y cuenta con cerca de 120 paneles solares ubicados en dichos balcones, convirtiéndolos en elementos de diseño y composición de la fachada. Cada departamento que mira hacia el norte cuenta con su propio panel. Cada panel fue colocado dentro de un aparente desorden, antecediéndose a lo que suele ocurrirle a las fachadas de este tipo de edificios, que una vez entregados, cada propietario altera su balcón interviniendo la lectura del total.
La energía solar que es captada por estas placas se utiliza para el agua caliente y calefacción, asegurando un ahorro de un 100% en verano y de aproximadamente un 70% en invierno. Como cada departamento cuenta con su propia unidad, se optimizó el rendimiento eliminando las pérdidas generadas por las grandes distancias entre las placas y sus termos. Por otro lado, al ser paneles independientes, cada unidad administra su propio consumo sin afectar al resto de los departamentos.
Tanto la composición “desordenada” de los paneles solares, como los vanos aparentemente arbitrarios en la doble piel del la fachada oriente, contribuyen a formular una masa más bien homogénea, que intenta evitar la sensación de torta por pisos que afecta a la mayoría de los edificios de plantas repetibles.
La nueva densidad que se pretende con estas dos nuevas pieles, oriente y norte (las caras visibles del edificio) está dirigida a dibujar un bloque reconocible como una sola unidad, y no como la sumatoria de unidades. Una sola fachada en vez de 285 fachadas apiladas en un volumen.